∞ Misión Itinerante ∞

∞ Santiago de Compostella ∞

Campus Stellae ∞ Boanergês (Benei Regesh)

La Mística de la Misión Santiago de Compostela, se lleva a cabo de manera itinerante, acompañando familias, grupos o comunidades durante periodos cortos y que rápidamente adapta su modo de operación según las circunstancias de las actividades que dispone,en especial a nivel interreligioso e intercultural. Lo anterior en razón de varias circunstancias, como Sacerdote Misionero Itinerante se tiene una presencia corta en la comunidad, en el contexto socio-cultural y sirve hasta que la labor es propuesta en respuesta a necesidades específicas dadas por el cumplimiento de los objetivos misioneros o la disposición local, gubernamental o religiosa del lugar donde se sirve. La naturaleza temporal de este ministerio no implica u obliga al establecimiento de instituciones o construcciones permanentes y requiere de un enfoque sistemático y práctico en los objetivos evangelizadores y misioneros. A la luz del ministerio del Apóstol Pablo y Santiago como peregrinante e itinerante y consistió en ir a lugares específicos para lograr objetivos específicos, sin pretensión de establecerse en un lugar por mucho tiempo (2 Corintios 10:16) «y que anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros, sin entrar en la obra de otro para gloriarnos en lo que ya estaba preparado». En diferentes lugares a nivel de la realidad socio-cultural es el tipo de misión posible, en razón de las condiciones de cercanía espiritual, la apertura al encuentro, al diálogo y las celebraciones interreligiosas o interculturales, el compartir sincrético con las creencias o prácticas particulares de las comunidades, así como también, la dificultad por distancias geográficas o logísticas de las personas en ciertos contextos, ya sea por sus ocupaciones o sus responsabilidades. En muchos casos, la misión itinerante también es la respuesta más efectiva para abordar circunstancias de emergencia (terremotos, desastres sociales, guerra, enfermedades, convalecencias prolongadas, etc.), es decir, se asimila a una fuerza espiritual disponible a responder pastoralmente ante imprevistos y oportunidades particulares, que aprovecha las circunstancias presentes como medio eficiente de difusión del mensaje cristiano y a través de la acción precisa es testimonio de la presencia de Cristo viviente en el Misionero que está en la disposición permanente de servir donde sea llamado, donde le sea posible, sin fronteras de creencias, distancias o impedimentos.